Dreambeach Festival 2017: Un cinco de oros

Dreambeach Festival 2017 celebró su quinto cumpleaños con nosotros, y el resultado fue espectacular


A mí me vais a perdonar, pero por suerte o por desgracia escribo esta crónica por quinta vez, y solo puedo asegurar que por mucho artista de renombre que traigan al Levante español, yo no puedo dejar de acudir, año tras año, a Dreambeach Festival. El estupefaciente en el que se ha convertido para muchos este festival tiene que ver, y mucho, con el ascenso progresivo que está teniendo el evento almeriense. Si el año pasado los asistentes quedaron boquiabiertos con el Mainstage del festival, este año nos han vuelto a sorprender, sí, lo han hecho.

Con otro escenario colosal, digno de estar en el laureado ranking de mejores festivales de nuestro continente, Dreambeach Festival 2017 nos ofrecía cinco días de desenfreno con un cartel jamás visto. Ya el viernes venía calentito. Las actuaciones de Ayax & Prok, Mala Rodríguez y el galo MHD abrían la veda mientras la gente ya se agolpaba en el Main para empezar las 94 horas de fiesta que tenían por delante.

Mientras, en un Pokerstars Dream Tent que cada año suena mejor, Seth Troxler hacía mover las caderas a una carpa llena – para variar – que gozaría como pocas veces con el sesionón de un Joris Voorn motivado y bailongo. Y llegamos a los tres ases que ponía sobre la mesa Dreambeach Festival 2017. Dillon Francis, Oliver Heldens y Marshmello. De seguido. Pero, ay Dios, la primera en la frente. Decepción la que nos llevamos con un Dillon que tenía que haberse quedado en Mojacar poniendo reggaeton, ajeno a un público muy exigente que tolera más bien poco que J. Balvin suene en su templo de la electrónica. Pasado el mal rato – y eso que adoro y me quiero casar con Francis – llegaba un Heldens que no nos motivaba demasiado, pues lleva meses con un sofrito de sesión que todos conocemos. Pero Dreambeach iba a ser un soplo de aire fresco para su set – y no sería el único – y nos sorprendió a todos con un sesionón digno de mención. La fuerza de un Heldens desconocido, dio paso al gran cabeza de cartel del viernes. El norteamericano Marshmello salía entre imágenes de lluvia, y la intro de Alone se hizo eco a orillas del Mediterráneo. Sesión, otra más, totalmente renovada, plagada de Dubstep y Trap, en la que además de sus grandes hits pudimos disfrutar de sus dos últimos tracks, Love U y Silence, este último que está subiendo como la espuma en las listas de éxito.

Oliver-Heldens-Dreambeach-Festival-EDMred Dreambeach Festival 2017: Un cinco de oros

Terminábamos el viernes bajo la percusión de un Umek sonriente y con ganas de guasa, y el sábado tardó poco en salir a escena. Seis de la tarde y la carpa de techno llena para bailar con uno de los clásicos de este Dreambeach. Carl Cox estaba a los platos, y la gente responde, siempre responde. Ya a las diez de la noche, Modestep sacaba toda su furia sobre el Open Air de Villaricos. Directazo y un público entregado a la banda liderada por Josh Friend. Mientras tanto, el Mainstage mostraba un aspecto inmejorable con David Guetta, al que se le pudo escuchar sus temas de toda la vida, y esos coqueteos con el Bass. Aún nos parece demasiado raro escuchar a Zomboy de las manos del francés, que os vamos a contar. Guetta se marchaba bajo el éxtasis de todos sus fans, pero los soldados de Hexagon se hacían paso: Don Diablo estaba en el escenario. Su Chemicals, y el banderón de España mientras sonaba What we started, hizo que el público levitara varios milímetros del suelo. El Open Air San Miguel, como si fueran los sones de Jumanji, nos llamaba con fuerza, y es que Noisia nos quería presentar su último trabajo ‘Outer Edges’. Drum and Bass puro y duro el que sacó a la palestra el trío de tulipanes. Acabado Noisia, sin apenas aire en el cuerpo, fuimos corriendo a bailar un poco de Future House. Tchami ya impartía su sermón en el Main, y ahora es cuando hablaré del único ‘pero’ del festival. En varios momentos, el Mainstage bajó el volumen de la música, en algunas veces demasiado notorio, haciendo que muchas veces nos quedáramos con la miel en los labios con drops puntuales. Dicho esto, con el Dream Tent no había problema. Hot Since 82 fue dulzura para nuestros oídos, en una hora que se nos pasó volando. Tras menear las caderas con el británico, queríamos ver a otro de los tapados del festival, 12th Planet. Pero para nuestra desgracia, nos topamos con otro artista que tenía ganas de pinchar en Mojacar. Zombie Kids nos sorprendió poniendo un Momba que NO se puede poner en el Open Air San Miguel, y no es algo que diga yo, es algo que el público hizo saber con constantes pitos y abucheos. Todo cambió cuando el artista norteamericano salió a la palestra e imprimió un Dubstep y Riddim de la vieja escuela que hizo poner los cuellos a 100 grados mientras amanecía en la costa de Villaricos. No pudimos ver el Live de Project One, aunque nadie lo hizo, ya que por problemas de diversa índole no aparecieron ataviados como debían, y pincharon una sesión que dejó un sabor agridulce entre sus múltiples seguidores.

Carl-Cox-Dreambeach-Festival-EDMred Dreambeach Festival 2017: Un cinco de oros

Si el festival estaba yendo como la seda, lo mejor estaba aún por llegar. Los fieles a Beauty Brain fueron bien prontito a gozar con los gaditanos, que les encanta este festival, y lo demuestran poniendo un musicón y una energía que les ha llevado a tener ese ejército de fieles feligreses que acuden a su música sea la hora que sea. El pobre de Grandtheft vio como el Mainstage estaba vacío durante su sesión, pero ay amigo mío, si Luciano está 20 metros a la derecha haciendo bailar a los Vagabundos…no tienes nada que hacer. Pokerstars Dream Tent bailaba extasiado por el ritmazo del inconfundible Luciano, una previa de muchos quilates antes de la ‘performance’ de la noche. El sueño del 70% de los asistentes al festival, un lujo para todos nosotros. Sonaba Rob Swire, sonaba Pendulum Live. Una hora de placer acústico con un Drum and Bass que hizo soñar a todo el Mainstage. No faltó Salt in the wounds, no faltó Ghost & Stuff de Deadmau5, y por supuesto no faltó The Island y Tarantula. Demostración de fuerza y prestigio por parte de Dreambeach Festival. Pero eh, todo hay que decirlo, si el directo de Pendulum quedará en el recuerdo, el DIRECTAZO de Wilkinson y todo su grupo fue una auténtica barbaridad. Seis músicos que hicieron del Open Air San Miguel un concierto de una calidad infinita. Tremendo su Live, ojalá volvamos a verles pronto sobre el escenario almeriense. Nadie nos podía sacar del Open Air, pues Barely Alive cogía el testigo, sin su máscara, pero con los platos cargaditos de Dubstep. Espectáculo puro y Bass norteamericano por los cuatro costados. Pero para locura, para verdadera locura, el Great Spirit de Vini Vici. Que forma de hacer el indio, de bailar como enfermos, y de ver a un Main botando al unísono. Momentazo, y cierre en el Techno, en el technaco, como decía más de uno. El kaiser de Drumcode estaba impartiendo justicia, y a Adam Beyer no se le podía decir que no. Otra vez las 09:00 de la mañana, otra vez pasadas en un suspiro.

Wilkinson-Dreambeach-Festival-2017 Dreambeach Festival 2017: Un cinco de oros

Y llegó Le Grand Finale. Gallinas, vacas, animales por doquier. ElRow aterrizaba en Almería, y pronto se hizo notar. Sesionón de Pan-Pot atardeciendo, y mucho techno bailongo para coquetear con los animales de granja y disfrutar como nunca en un Mainstage disfrazado del desierto de Tabernas. Mientras tanto, alguno pasado de vueltas se quedaría un poco loco al escuchar Dubstep en la carpa de techno, y es que ya empieza a ser una rutina cambiar los roles en el cierre del festival. Borgore subió las pulsaciones de las mujeres, Chase and Status la de los hombres, y Netsky les hizo volar a todos con su Drum and Bass atmosférico y melódico. Y si había un cierre especial, ese era el de Tiësto. Vuelta a 2012, cuando Creamfields cerraba una etapa para dejar paso al pececito más famoso de España. Un cierre repleto de recuerdos, un cierre que ponía la guinda a un cumpleaños de diamantes de Dreambeach Festival. Nos alegramos, nos ilusiona, ver el tremendo estado de salud que goza el festival más importante del sur de España, y en nuestra mente ya se vislumbra la vuelta, otra vez, a nuestra casa, a Dreambeach Festival. Go Villaricos!

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