Diplo, un ciclón en La Riviera

Diplo acudió a La Riviera con ganas de volver a hacer bailar a la capital como ya hiciera el año pasado, y vaya si lo hizo


Diplo y Madrid tienen un encuentro especial cada año. Si en 2016 tuvimos la suerte de verle en Marco Aldany, en una sala en la que no cabía un alma, el artista norteamericano decidió hacer la última parada del año en nuestro país en la mítica Riviera, una sala que ya esperaba a los traviesos de Mad Decent.

Llegamos con Atica, un artista que sigue creciendo y cuyo techo parece aún no llegar al bueno de Pablo de Rosacruz. Finalizaba el productor que debutó este año en EDC Las Vegas, y llegaba el turno de Thomas Pentz, de Diplo.

La gente se abalanzaba contra las primeras filas de asistentes, y el rubio de Mississipi lo hizo tal y como nos tiene acostumbrados. Un poco de Jack Ü, un poco de puro Diplo, y sus múltiples temas de rap norteamericano, sin dejar escapar, para nuestra desgracia, el ‘Mi Gente’ de J. Balvin. Esperemos que septiembre, además de llevarse el verano, también se lleve esta melodía de los sets de los artistas.

Lean On, The Final Song, el remix de NGHTMRE a Goosebumps, el hyper remix de GTA a su Booty Bounce, Original Don, Express Yourself…lo que nos esperábamos del norteamericano, que siempre responde con una energía y un ritmo a los platos fuera de lo común, y que mantuvo al público de La Riviera en constante movimiento.

Se marchaba Diplo entre aplausos, y llegaba el turno de Zombie Kids. Esta si es la cara que me gusta de Zombie Kids. Mucho más agresivo, con el Bass por bandera, dejó a un lado ese Mombathoon que no gustó en Dreambeach y se puso serio, lo cuál hizo continuar con el éxtasis al público madrileño.

Nos acercábamos al final de la noche, y nosotros esperábamos con mucha ilusión el cierre de esta Mad Decent. Los catalanes Boxinlion aterrizaban en Madrid, y siempre es un orgullo que artistas que están triunfando en Estados Unidos puedan venir a España, a su tierra, a mostrar su enorme talento. Y así lo hicieron. Mucha gente, para su desgracia, se marchó tras Diplo, y no pudo degustar el Bass fresco y repleto de ilusión de dos de los artistas mejor valorados por Trap Nation. Una sesión que enamoró a los valientes que llegaron al cierre, y que desató los aplausos del propio deejay que acudió a la fiesta.

Atracón de Bass el que nos pegamos el viernes en La Riviera, una fiesta necesaria y que habla muy pero que muy bien del trabajo que Houston Party y Polar Nights están haciendo en Madrid, saciando la demanda de un público que ansía más y más de este género, eclipsados por la hegemonía imparable del techno. ¡Os esperamos pronto de vuelta!

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