CRÓNICA | South West Four, un XV aniversario para enmarcar

South West Four triunfa por todo lo alto con Marshmello y Chase & Status Live a la cabeza; gran nivel musical y 80% del line up con artistas de primer nivel mundial


Un año más, y ya van tres, nos desplazamos al sureño barrio de Londres Clapham Common para asistir a uno de los festivales más importantes de Europa: South West Four. Como cada edición, el evento se celebra durante el Bank Holiday del último fin de semana de agosto, coincidiendo con el famoso Carnaval de Notting Hill.

Este año era una edición un tanto especial, ya que se celebrara el 15 aniversario de SW4. Para ello presentaban dos piezas claves que convertían este cumpleaños en un fin de semana de lo más exclusivo. La primera jornada estaría liderada por Marshmello, con una actuación exclusiva en festivales en Reino Unido, mientras que el cierre de la segunda jornada correría a manos de Chase & Status en su versión Live, celebrando así, junto al festival, su 15 aniversario desde que se creó la banda de drum and bass.

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La primera jornada estaba repleta de nombres conocidos y una escena con estilos más mainstream que el segundo día. Nombres de la talla de Dillon Francis, Jauz, Slushii, Sigma, R3hab, ungs, Fedde Le Grand, Oliver Heldens, Galantis, Martin Solveig o Benny Benassi, entre otros muchos. El sol reinaba el cielo de la capital británica y los primeros asistentes comenzaban a llegar en torno a las 11 de la mañana, cuando se daba el banderazo de salida para disfrutar tras un año de espera.

Nuestra primera parada sería con el dúo Galantis en el Indoor main stage, donde los suecos llevaron a cabo uno de sus grandes shows con una puesta en escena a la que ya nos tiene acostumbrados. Fuegos, tambores y producciones conocidas que hicieron que el escenario estuviera a rebosar a las 14h.

Quisimos vivir la pureza del festival y el entorno de todos esos británicos que querían ver a Dizzee Rascal, y allí nos fuimos. El escenario principal, a pesar de ser confirmado como uno afternoon headliners, la gente no escatimó en tiempo y el escenario principal estaba completamente lleno. La anécdota del día se produjo en este momento, una tromba de agua, durante 4 minutos, cayó sobre el parque londinense y todos los allí presentes tuvieron que correr hacia las carpas para buscar refugio. Afortunadamente, se trató de algo fugaz y en escasos minutos todo el mundo estaba de vuelta. Sería la primera y última vez que lloviera en toda la jornada.

Fedde Le gran sería la siguiente apuesta y primer paso por el escenario Heldeep Arena. El holandés llevó a cabo uno de los mejores sets del día con su característico estilo rompedor a la par que elegante y sobre un escenario transformado en un ring de boxeo. Era el turno de Benny Benassi, probablemente en el top 3 de la jornada del sábado. El veterano artista llevó a cabo una sesión de bass house, «rollito» que las masas desean últimamente, y animó a los que se daban cita bajo la calurosa carpa de Capital Weekender con momentos como este.

Una rápida visita a Indoor Stage para ver a W&W antes de irnos al escenario principal, de donde no nos moveríamos hasta bien entrada la noche. El primero de ellos fue Dillon Francis, probablemente la única decepción de este festival. Un set falto de ritmo y más acorde a una noche en cualquier discoteca de verano en la costa hizo que no aguantásemos más de 20 minutos, por lo que Martin Solveig, que nunca decepciona y es un seguro de vida allí donde vas, nos quitó las penas por unos instantes.

Llegó uno de los dos platos fuertes de esta primera jornada. Se trataba de una actuación muy exclusiva con un B2B de Slushii, Netsky y Jauz. Tres auténticos titanes que están actualmente en la cima de la música electrónica y que realizaron un set de lo más rompedor mezclando el salsero drum and bass de Netsky, junto con el bass house de Jauz y los acordes más duros de Slushii. El trío transmitía una energía única en el escenario y la conexión con el público fue uno de los grandes éxitos de esta sesión.

Oliver Heldens y Marshmello, consecutivamente, eran los otros dos platos fuertes que quedaban por actuar (en nuestro schedule personal). El primero de ellos salió al «ring» con unos guantes de boxeo y su sesión, liderada por su producciones más conocidas, no dejó indiferente a nadie. La energía que desprendía la gente era, sencillamente, única y el artista se fue creciendo poco a poco.

Minutos antes de que acabara su sesión nos desplazamos de nuevo al main stage, donde actuaría Marshmello para cerrar el festival. El norteamericano sería el único artista que actuaría en todo el recinto durante la siguiente hora (política de South West Four desde hace años). El escenario se transformó, las luces y láseres se duplicaron y Marshmello hizo aparición con una puesta escena de lo más espectacular. Unas visuales a la altura de las mejores citas, un artista totalmente entregado y sabiendo que era al que todos venían a ver durante el primer día. Probablemente, la mejor sesión que he visto de Marshmello en directo y una de las mejores del año. El joven productor puso una gran diversidad de géneros, desde sus clásicos temas como ‘Alone’, pasando por el rap de Asap Ferg, o dándole presencia a su querido dubstep.

El segundo día pintaba demasiado mal desde el principio, y no por culpa precisamente del festival. El tiempo la había tomado con la capital de británica, para variar. Estaba cayendo una tromba de agua para el recuerdo y lo peor de todo es que no tenía pinta de parar hasta las 9 de la noche (algo positivo es que la última actuación, que solo es en el escenario principal y, por tanto, al aire libre, era a las 21h). La llegada al recinto fue épica, gente corriendo por los alrededores y, por supuesto, mojados y llenos de barro hasta el cuello. El recinto estaba impracticable, con barro por todas las esquinas por lo que se descartó el escenario principal para el resto de la jornada.

Este segundo día estaba dedicado exclusivamente al bass, con una presencia notable de drum and bass en casi todos los escenarios y dubstep en uno de ellos. En primer lugar fuimos al Playaz Stage. Allí nos encontrábamos un The Prototypes B2B TC, que echó abajo la carpa. Tan solo eran las tres de la tarde, pero allí no cabía un alfiler y los amantes del drum and bass estaban en su salsa. Tras unos minutos allí, decidimos movernos al escenario Bassline Carnival, donde disfrutaríamos de la mejor sesión del domingo. Era una hora temprana y no esperábamos que fuese tan brutal, pero Ookay llevó a cabo una sesión completa donde no faltó el bass house, música en directo, dubstep e incluso algo de jump up. Fue un no parar de bailar durante una hora y los, no muchos, asistentes que estaban ya a aquellas horas en ese escenario, disfrutaron lo más grande junto al productor norteamericano y el flow y energía que desprende desde el escenario.

La actuación que le precedía era uno de esos B2B exclusivos a nivel mundial que solo se pueden ver en South West Four; una de las razones por las que este festival cuelga el cartel de «no hay billetes» año tras año. Se trata de Party Favor B2B Valentino Khan. Una sesión repleta sonidos vibrantes, electro y bass a raudales. Lo mejor de ello, la actitud de Valentino en el escenario. Hay pocos artistas con el carisma de este productor, bastante complicado de ver en nuestro continente.

Como bien comentamos anteriormente, esto era una batalla ganada por el bass en la que se dividirían dubstep y drum and bass. Pues bien, era momento del segundo para vivir uno de los momentos más especiales de la tarde. Tras experimentar, personalmente, su Live en Rampage, era un ‘must’ ver a Camo & Krooked en el escenario de Playaz. ¡Y qué Live!. Los dos austríacos lo dieron todo en el escenario y con una talento innato volvieron a demostrar porque son uno de los dúos abanderados de este género.

Rietsch y Markus, Camo y Krooked, presentaban su nuevo álbum Mosaik, aunque también pudimos disfrutar de otros míticos temas como ‘Show Me And Sign’. Un esqueleto de acero montado por Red Bull presidía el escenario donde se encontraban los de viene con varios instrumentos entre sus manos y un sistema de sonido espectacular, como durante toda la jornada del domingo.

Aun quedaban 5 platos fuertes en nuestra agenda personal y una de las indecisiones más grandes del fin de semana con el 3 cierres a la misma vez que serían parada obligatoria en cualquier otro festival. Pero antes de eso, decidimos volver al Carnival stage para disfrutar de uno de los hombres del momento en Reino Unido y que se irá a hacer las Américas con Jauz. Holy Goof está triunfando con su particular bassline y lleva todo el verano de gira por Europa, especialmente por Inglaterra, llenando todo y cada uno de los escenarios por donde pasa.

Tras su sesión, y dado que venían otros dos artistas como Skepsis y Darkzy que son del mismo estilo que el anterior, decidimos movernos al escenario principal. No era el mejor momento para meterse ahí, porque como ya comentamos anteriormente, el suelo estaba impracticable, pero la aparición del «Rey del drum and bass», Andy C, nos obligaba a visitarlo, aunque fuera por unos minutos. Entre él y Sub Focus se repartieron esa hora, teniendo que dejar de lado a Wilkinson. Ahora, muchos entenderán eso que hablaba antes de la indecisión a última hora. Esos tres nombres nos dividían el corazón. Decidimos dejar de lado a este último, con todo el dolor de nuestro corazón.

Antes del cierre del festival, en el cual solo podríamos disfrutar de Chase & Status Live, volvimos a la carpa de Bassline para disfrutar del otro B2B exclusivo a nivel mundial. Sonaba raro, diferente a la par que sorprendente. Teníamos muchas expectativas en Snails B2B Flux Pavilion, sobre todo por el primero de ellos; bastante más complicado de ver por estos lares que el dueño de Circus Record, pero tras 30 minutos de sesión, nos dimos cuenta que no era lo que habíamos vivido en lugares como EDC Las Vegas o Rampage. Es aquí donde decidimos poner punto y final a nuestra difícil aventura y finalizar con Chase & Status, un auténtico conciertazo nos esperaba en el main stage.

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Photographer: www.lukedyson.com

Ellos son una auténtica eminencia en Reino Unido, y aquellos que aman el drum and bass lo sabrán, pero desde mi más humilde opinión, me quedo con su versión dj set que he disfrutado en más de 5 ocasiones por los escenarios de media Europa. Era la primera vez que veía este Live y las expectativas eran altas, pero no considero que sea la mejor versión para el cierre de un festival.

En definitiva, un año más, South West Four se reafirma y consolidad como uno de los festivales más importantes de Inglaterra. Por su apuesta por géneros que no dan nada por sentado, por su puesta en escena, por sus actuaciones exclusiva y por su historia al frente del mundo de los festivales, esperamos que en agosto del próximo año, estemos de nuevo bajándonos en la estación de metro de Clapham South para disfrutar, por cuarta vez, de este gran proyecto que nos ha dado tanto a los integrantes de EDMred.

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